El alcalde le explica al representante de la cantante Carmen Vargas la situación y es cuando entra en juego otro de los protagonistas y estereotipos de la película: el español pícaro, vendehumos o buscavidas.
Ella expulsó una nueva bocanada de humo, apoyó el busto contra el mostrador y luego, con cautela y picardía, mordiéndose la lengua antes de decirlo, como si hablara en puntillas: —¿Aunque no me acueste contigo? —dijo.